DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Somos un grupo de jubiladas y jubilados unidos por un común afán de libertad, justicia social y democracia participativa. Nos oponemos firmemente a toda forma de exclusión o marginación, cualesquiera que sean sus motivaciones: origen, religión, género, raza, ideología, "status" social y económico, orientación sexual y, claro está, edad. Rechazamos toda forma de política autoritaria, ejercida al margen del control democrático popular y los políticos que, en nombre de la democracia y el bien común, prescinden del pueblo que dicen representar y favorecen intereses espúreos. Reivindicamos la igualdad de todos los seres humanos y el respeto incontestable a su dignidad y derechos. En tanto que ciudadanos, aspiramos al ejercicio efectivo de nuestros derechos políticos y muy particularmente al derecho de expresar libremente nuestro pensamiento sin cortapisas ni inhibiciones. El blog responde a esta aspiración y, consecuentes con esta declaración de principios, se encuentra abierto a cuantas personas deseen expresar sus opiniones en estas páginas. Esperamos vuestra colaboración.

domingo, 16 de octubre de 2011

¿Sirven para algo los programas electorales?

“Cuando el futuro presidente o nuestro futuro presidente [Rajoy] dice que no va a hacer grandes recortes, ¿quién podría creerle ya, habida cuenta de que la política no se siente comprometida, casi nunca, con lo que previamente se ha dicho?” Iñaki Gabilondo. La Voz de Iñaki, El País 20-09-2011
“… es un despilfarro de energía invertir tiempo en leer programas [electorales] que nadie piensa cumplir” Adela Cortina, El País 09-10-2011
¿De verdad son conciudadanos míos esos figurantes con ínfulas que se hacen con la realidad y la falsifican, con la excusa de que están de campaña electoral? "Es triste decirlo: todo suena a engaño" Maruja Torres, El País, 13-10-2011

Es de destacar que en ninguna de estas citas se hace una referencia a políticos o a partidos determinados. Se dice que la política, así, de forma genérica, no se siente comprometida con lo dicho, que nadie piensa cumplir con lo expuesto en sus programas electorales.

Así que parece obvio que, a tenor de las manifestaciones de estas personas, que son referencia para muchos en este país nuestro, la respuesta a la pregunta del título sería bastante sencilla: no, no sirven para nada.

No sería necesario, no obstante, apoyarnos en opiniones tan doctas para llegar a esa conclusión, pues simplemente con echar la vista atrás podríamos llegar a la misma conclusión. Hay botones de muestra por todos lados. Algunos de ellos tan llamativos como el comportamiento de Felipe González después de las elecciones del 28-O, las primeras ganadas con el PSOE. “Votadme y os sacaré de la OTAN” decía Felipe González en la Ciudad Universitaria de Madrid, en un mitin del PSOE días previos a las elecciones. Todos sabemos lo que, una vez en el poder, hizo el PSOE.

De todas formas, pienso que por aquel entonces había más irritación ante estos hechos. Quiero recordar, por ejemplo, que Lluis Llac estuvo a punto de demandar al PSOE, o lo demandó, no recuerdo bien, por incumplimiento de contrato, ya que él argumentaba que las promesas electorales deberían de tomarse como un contrato del partido con los electores. Sin duda esta actitud era compartida por la ciudadanía.

En fin, otro ejemplo, este más reciente, son las medidas adoptadas por el actual gobierno del PSOE desde mayo de 2010: congelación de pensiones, reforma laboral por la patilla, salarios de los funcionarios públicos, reforma de la constitución, más patilla todavía, y un largo etcétera. En el programa electoral del PSOE en el 2008, ¿figuraba alguna de estas medidas? No. Lo que debiera de haber hecho el PSOE en esos momentos es otra historia y necesita de otro análisis. Lo que si podemos anticipar es que hizo lo que no debía, eso está claro.
Tengo la impresión, a pesar de la aparición del 15M, que en estos tiempos se tiene asumido que la política y los políticos no son de fiar y no debemos de creernos nada de lo que nos digan porque todo es una farsa. Hasta tal punto creo que es así que en ninguna de la citas se critica la situación, simplemente se constata la realidad: los políticos nos mienten.

De esta manera la Política se va desprestigiando cada vez más. Desprestigio sin duda ganado a pulso. Porque en efecto, se hacen programas electorales en los que figuran las propuestas y medidas que se aplicarán en caso de llegar al gobierno que luego, una vez llegados al poder, se olvidan y se ejecutan medidas, en el mejor de los casos, que nada tienen que ver con lo que figuraba en el programa electoral. En el peor, se aplican medidas absolutamente antagónicas con lo expresado en la campaña electoral.

Así que, como ahora está muy de moda reformar la Constitución, hago una propuesta para ver, a pesar de estar disueltas las Cortes, si hay algún resquicio técnico que permita introducir una pequeña reforma en la Constitución. Propongo que ningún partido político pueda adoptar medidas que no estuvieran contempladas en sus programas electorales, y en caso de extrema gravedad y urgencia de aplicar alguna medida no recogida en ellos, que sea obligatorio convocar un referéndum para que la ciudadanía decida al respecto. ¿Qué esto es una barbaridad? Bueno, en todo caso, no más barbaridad que la reforma del artículo 35 que se acaba de realizar con total alevosía. Ya puestos.

Saludos

1 comentario:

  1. Los programas electorales cumplen a lo máximo un papel ornamental. No suponen ni remotamente un contrato social de los partidos políticos con sus afiliados y electores. Tampoco un compromiso ético. Ni siquiera una declaración de intenciones. Ya lo decía nuetro admirado Tierno Galván en tono humorístico: "los programas electorales están para no cumplirse". Así que estos son tan sólo una parte del protocolo democrático, un acto con el que sosegar las conciencias de propios y extraños y cumplir con un rito de la democracia. En cierto modo vienen a ser como las corbatas. No sirven para nada, pero en determinadas situaciones, pueden resultar convenientes.
    Paco Santos

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