DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Somos un grupo de jubiladas y jubilados unidos por un común afán de libertad, justicia social y democracia participativa. Nos oponemos firmemente a toda forma de exclusión o marginación, cualesquiera que sean sus motivaciones: origen, religión, género, raza, ideología, "status" social y económico, orientación sexual y, claro está, edad. Rechazamos toda forma de política autoritaria, ejercida al margen del control democrático popular y los políticos que, en nombre de la democracia y el bien común, prescinden del pueblo que dicen representar y favorecen intereses espúreos. Reivindicamos la igualdad de todos los seres humanos y el respeto incontestable a su dignidad y derechos. En tanto que ciudadanos, aspiramos al ejercicio efectivo de nuestros derechos políticos y muy particularmente al derecho de expresar libremente nuestro pensamiento sin cortapisas ni inhibiciones. El blog responde a esta aspiración y, consecuentes con esta declaración de principios, se encuentra abierto a cuantas personas deseen expresar sus opiniones en estas páginas. Esperamos vuestra colaboración.

viernes, 4 de enero de 2013

SOBRE PENSIONES, RÉGIMEN ECONÓMICO DE LOS DIPUTADOS Y DÉFICIT PÚBLICO (y IV)

3.- COMENTARIO SOBRE PENSIONES A EXPARLAMENTARIOS

Para empezar decir que, en la actualidad, los diputados tienen  únicamente la pensión de la Seguridad Social. Antes tenían un complemento por la diferencia entre la pensión que les correspondiera por sus años y base de cotización y la pensión máxima pública estipulada (Ver BOCG, Sección Cortes Generales, Serie A, núm. 278, de 14 de julio de 2006 y BOCG, Sección Cortes Generales, Serie A, núm. 307, de 10 de octubre de 2006) A los que habían estado entre 7 y 9 años se les complementaba el 80% de esa diferencia, a los que habían estado entre 9 y 11 años se les complementaba el 90% y si habían estado más de 11 años se les complementaba hasta el 100%. Estos derechos fueron derogados en la reunión de las Mesas del Congreso de los Diputados y  del Senado en su reunión conjunta del día 19 de Julio de 2011 (Ver BOCG, SecciónCortes Generales, Serie A, núm. 455, de 22 de julio de 2011. Reforma delReglamento de pensiones parlamentarias y otras prestaciones económicas) quedando vigente solo para aquellos que ya lo venían percibiendo. No obstante, hay que tener en cuenta que en la inmensa mayoría de los casos los diputados han cotizado en su actividad laboral previa o posterior y, por tanto, no se hacía preciso ese complemento salvo en una minoría. En concreto,  de los 3.609 parlamentarios que han pasado por las Cortes desde 1977, en la actualidad hay 95 que reciben este complemento (Ver Pensiones parlamentarias.Listado por orden alfabético de todos los exparlamentarios que cobran en laactualidad el complemento y las cantidades que se les abona). Es curioso, a pesar de ello, observar como en muchas ocasiones los medios de comunicación al referirse a las pensiones de los parlamentarios las adjetivan de vitalicias, como si las del resto de los trabajadores no lo fueran.

Por otra parte, en el 2006 se creó un fondo de pensiones, la aportación de las Cortes Generales como promotor era del 10% de la asignación constitucional, más aquellas aportaciones por parte de los miembros que quisiesen, es decir, un fondo colectivo de pensiones, en este caso contratado con el BBVA, como el que existe para los trabajadores en muchas grandes empresas. En cualquier caso, este fondo de pensiones se eliminó el 25-01-2012 (Ver punto 4 de este documento).

Es de justicia reconocer, sin embargo, que la eliminación de estos privilegios probablemente se haya realizado debido a las presiones sociales, pues si bien es una situación similar a la que disfrutan algunos trabajadores y, por tanto, no es patrimonio exclusivo de los exparlamentarios, sí es cierto que en este caso se trataba de unos complementos y fondos pagados con el dinero público lo que hace que el escenario sea absolutamente diferente y, sin duda, criticable.

4.- CONCLUSIONES

Que cada cual saque las suyas y actúe en consecuencia, yo ya he trabajado bastante.

Para finalizar este rollo, diré que hay dos tipos de personas de las que no me fio mucho: aquellas que se proclaman apolíticas y las que afirman que todos los políticos son iguales.

Saludos cordiales,


jueves, 3 de enero de 2013

SOBRE PENSIONES, RÉGIMEN ECONÓMICO DE LOS DIPUTADOS Y DÉFICIT PÚBLICO (III)

2.- COMENTARIO ESPECÍFICO AL DECÁLOGO REIVINDICATIVO PARA “REDUCIR EL DÉFICIT A TRAVÉS DE LOS POLÍTICOS” (En letra cursiva las reivindicaciones del decálogo)

Es tal el desprestigio de los políticos que todo lo que se diga de ellos, incluso la barbaridad más disparatada, es abrazado por la ciudadanía sin entrar en más averiguaciones apropiándose y divulgando tal barbaridad sin ningún miramiento. Y lo que es peor, la mayoría, empujados por un entusiasmo que se lleva por delante cualquier tipo de cautela y prudencia, cuando recibimos algún correo contra los políticos, nos dedicamos a propagarlo entre los amigos reenviándolo una y otra vez sin pararnos a reflexionar sobre el contenido y sin preguntarnos qué se persigue exactamente con esta proliferación de panfletos.

En este caso se trata de un decálogo reivindicativo que nos llega y el asunto es “Preparando el terreno. REDUZCAMOS EL DEFICIT A TRAVES DE LOS POLITICOS” ¿De verdad que alguien se cree que si el objetivo es la reducción del déficit lo vamos a conseguir con las 10 medidas que se propone? Continúa diciendo que “Se va a proceder en los próximos meses a la recogida de firmas para presentar la siguiente Iniciativa Legislativa […] es importante […] que todos estemos preparados y dispuestos cuando se inicie” Pero… nadie firma la iniciativa, nadie se hace responsable de nada, nada se dice de quién va a coordinar la recogida de firmas (recoger 500.000 firmas para presentar una ILP es algo complicado y complejo, difícil, como muchos sabemos), cuando se va a iniciar, cuando se pretende presentar en el Congreso de los Diputados, etc. Se dice que es una ILP para pedir una “Ley de Reforma del Congreso (enmienda de la Constitución de España)” pero para conseguir lo que el decálogo reivindica, para la mayoría de las modificaciones que se exige, no es necesario tocar la Constitución, lo cual deja muchas dudas del conocimiento jurídico y constitucional que tiene el iniciador de tan singular propuesta. Por último, el iniciador pide que se envíe el correo a veinte personas y éstas a su vez a otras veinte y así sucesivamente, de tal forma que “en tres días, la mayoría de las personas de este país tendrán este mensaje” Para colmo, como lo he recibido en distintas ocasiones, en algunas de ellas adjuntan publicidad.

En fin, entremos a analizar el contenido concreto de este Decálogo Reivindicativo para reducir el déficit.

1. El diputado será asalariado solamente durante su mandato. Y tendrá jubilación proveniente solamente por el mandato realizado.

Lo mejor para confundir al personal es decir las cosas a medias o decir medias verdades, pues, en este caso, se induce al lector a pensar que los exparlamentarios tienen la vida resuelta para el resto de sus días, es decir, tienen un sueldo vitalicio como mucha gente cree (aunque sea anecdótico, el otro día en un programa de Tele 5 que participó Gaspar Llamazares, un joven le exigió que se eliminasen los sueldos vitalicios de los políticos. Cuando Llamazares le informó que los únicos sueldos vitalicios existentes son los de los expresidentes del Gobierno el chaval le contestó que se estaba riendo de todos, recibiendo el aplauso de toda la gente que estaba en el plató) No es así, ni mucho menos. Lo que sí cobran los diputados (¿se referirán a esto?) que después de estar una o varias legislaturas dejan de ser parlamentarios es una especie de indemnización de un mes de la asignación constitucional (su salario base, se podría decir, 2.813,87€ en la actualidad) por cada año que haya estado en el Congreso, hasta un máximo de 24 mensualidades, es decir igual, o menos incluso, que cualquier trabajador hasta la reforma laboral del PP. Esta indemnización es de cobro mensual, pero hay que advertir que “esta indemnización será incompatible con la percepción de cualquier retribución, sueldo, salario, pensión, dieta, indemnización o percepción de cualquier naturaleza, sea de carácter público o privado” (Ver B.O.C.G., Sección Cortes Generales. Serie A. núm. 455, de 22 dejulio de 2011). Lo de la jubilación lo veremos en un apartado específico ya que sale de forma repetida en distintos puntos del decálogo.

2. El diputado contribuirá al Régimen General de la Seguridad Social como el resto de ciudadanos. El fondo de jubilación del Congreso pasará al régimen vigente de la Seguridad Social. El diputado participará de los beneficios del régimen de la Seguridad Social exactamente como todos los demás ciudadanos. El fondo de jubilación no puede ser usado para ninguna otra finalidad.

Joder, menudo batiburrillo. Una vez más aparece el tema de las pensiones que más adelante veremos. De momento, las Cortes Generales cotizan a la Seguridad Social lo que corresponde a los parlamentarios como colectivo y disfrutan, por tanto, como el resto de la ciudadanía de los derechos, que no beneficios, que se desprenden de la mencionada cotización (Ver artículo 9 del Reglamento delCongreso de los Diputados). Por cierto, añadir que otros de los bulos que corren sobre las condiciones económicas y fiscales de los diputados es que no pagan el IRPF: es una absoluta falsedad.

3. El diputado debe pagar su plan de jubilación, como todos los españoles.

Es de conocimiento generalizado que no todos los españoles tienen un plan de pensiones, si es eso lo que debemos de entender por plan de jubilación. Sin embargo sí existen muchos casos en los que los trabajadores negocian con sus empresas el constituir un fondo colectivo de pensiones en el que las aportaciones las hace la empresa y el trabajador, si quiere, puede realizar sus propias aportaciones. Todos sabemos, también, que el sistema de pensiones de la Seguridad Social es de carácter solidario y es un sistema de reparto y no de capitalización como son los fondos de pensiones. Por ello, tanto los parlamentarios como el resto de los trabajadores, lo que están pagando con sus cotizaciones son las pensiones de las clases pasivas existentes en la actualidad y las suyas las pagarán los que estén activos cuando les corresponda cobrarlas. En todo caso, lo de las pensiones ya lo veremos de forma específica.

4. El diputado dejará de votar su propio aumento de salario.

Los sueldos del Parlamento van englobados en la partida presupuestaria correspondiente a las Cortes Generales y se votan con los Presupuestos Generales del Estado. La única vez que se ha votado por el Pleno del Congreso de los Diputados específicamente el tema de los salarios fue para aprobar una reducción del 15%, creo recordar que fue en el año 2010. Por otra parte, como es sabido,  los sueldos de los diputados españoles son los más bajos de toda Europa. Actualmente el salario (asignación constitucional como se denomina técnicamente) de un diputado es de 2.813,87€  a los que hay que añadir la denominada “Indemnización”, que hace referencia a la residencia, que es de 1.823,86 para los de fuera de Madrid y 870,56 para los de Madrid. A ello  hay que sumar los complementos que reciben determinados diputados en función del cargo que ocupan dentro del Congreso, en sus grupos, en la Mesa o en comisiones (Ver Régimeneconómico y ayudas a los señores diputados). Vamos, ni por lo más remoto se llega a los salarios de los diputados italianos (4 veces más que el de los españoles), franceses, alemanes, griegos, portugueses, etc. Asimismo,  los gastos que genera el Congreso son también lo más bajos de Europa. Por ejemplo, en el Congreso hay 441 funcionarios, es decir, una relación de 1,26 por diputado. En el Parlamento Europeo es de 5,96 y en Francia y el Reino Unido es el doble.

5. El diputado dejará su seguro actual de salud y participará del mismo sistema de salud que los demás ciudadanos españoles.

Una falsedad más. No es cierto que los diputados tengan un "sistema particular de salud", tienen el Sistema Nacional de Salud, ni siquiera existe un concierto con aseguradoras privadas como tienen algunas empresas para sus trabajadores.

6. El diputado debe igualmente cumplir las mismas leyes que el resto de los españoles

Tendrían que informar qué leyes concretas están exentas de cumplir los diputados. Que yo sepa no hay ninguna que puedan incumplir por la patilla. ¿Se refieren a que tienen una protección de aforados? Si es así, la situación de aforado es un concepto que nada tiene que ver con la inviolabilidad o la inmunidad legal absoluta y sí con una protección jurídica que les ampara en caso de que reciban ataques groseros debido a la actividad que desarrollan.

7. Servir en el Congreso es un trabajo, no una carrera. Los diputados deben cumplir sus mandatos (no más de 2 legislaturas) y luego reincorporarse a la vida laboral previa a su etapa de Servicio Público.

Ciertamente ser diputado debe considerarse un trabajo y si se quiere exigir eficiencia en el desempeño de la tarea legislativa, individual de cada diputado y colectivamente de la institución, sería una incongruencia limitarlo a dos mandatos. Es más, si se aspira a vincular más al elector con los cargos que elige, mediante listas abiertas y reconsideración de los distritos electorales, por ejemplo, lo que a su vez va en la dirección de restar poder a los aparatos partidarios y hacerles depender más de sus electores, no tendría mucho sentido limitar el mandato a otra contingencia que no sea el criterio o la valoración que le merezca a sus electores. Otra cosa es la limitación de cargos dirigentes, sean presidentes de gobierno o secretarios generales de partidos. Pero en fin, aquí no hay falsedad o medias verdades: simplemente una opinión que yo no comparto, sin más.

8. Reducir un 30% el número de componentes políticos de las instituciones. (concejales de ayuntamiento, diputados nacionales, diputados regionales, etc.).

He de reconocer que hay algunas cuestiones que me cuestan comprender a qué se refieren. Así en esta ocasión con “componentes políticos”  debe referirse (por lo que se amplía en el paréntesis)  a los representantes de la soberanía popular en exclusiva. Un punto más con el que, sencillamente, no coincido, ¿por qué un 30%? ¿Por qué no el 50, el 25 o el 33% o aumentar nuestros representantes en las instituciones eliminando, por ejemplos, los cargos no electos como asesores, asistentes y un largo etcétera? Pero bueno… tan arbitrario es un porcentaje como otro. Pienso que el nivel adecuado de cargos públicos en las instituciones representativas debería de depender del estudio de las realidades sociales, demográficas, territoriales, etc. (en la actualidad el Congreso de los Diputados consta de 350 miembros que no parece que sea una exageración, máxime si lo comparamos con otros parlamentos europeos: Italia 630, Francia 577, Alemania 622, Portugal 230…)

Ahora bien, si se trata sin más de la reducción de cargos electos, que es, por cierto,  lo que está haciendo el PP en muchos de los sitios donde está gobernando, deberíamos de estar absolutamente en contra, pues se trata, ni más ni menos, de una argucia populista para debilitar la democracia misma; no tiene nada de inocente y menos aún de "regeneradora"; normalmente son reducciones que amplían el poder de las mayorías gobernantes y reducen el poder de los representados a lo que no es ajena la otra medida, peor aún, que es la de eliminar los sueldos de los cargos electos que se ha impuesto en Castilla La Mancha, Rioja, Castilla y León y....hasta donde puedan y les dejemos...ese es el camino de retorno a la democracia censitaria del siglo XIX, cosa que el incipiente movimiento obrero británico, ya en 1837, tenía muy claro que había que acabar con ella, y así se redactó la “Carta del Pueblo” que contenía 6 puntos reivindicativos entre los que figuraban “la abolición de la condición de propietarios para ser candidatos” y “pago a los miembros del parlamento” para que la clase trabajadora pudiera participar en la acción político-institucional.

9. Eliminar instituciones obsoletas o duplicadas: senado, diputaciones provinciales.

En este caso coincido con algo de lo que se propone en este decálogo: la eliminación de las diputaciones. El Senado, sin embargo, sobrará si no se acomete de una vez la reforma de la Constitución para adecuarla a un nuevo esquema federal.

10. Reducir un 50% el número de asesores de cargos políticos, así como limitar racionalmente sus retribuciones.

Valga lo comentado en el primer párrafo al punto 8 en lo referido a la arbitrariedad de fijar un porcentaje. En este caso, sin embargo, puede haber estadios de la Administración donde sobren aún más, pienso que más que porcentajes habría que fijar criterios y sobre todo mecanismos de verificación, control y en su caso sancionador en los distintos ámbitos de la Administración para con el inmediatamente inferior, para que tal fiscalización no pueda ser la de "Juan Palomo" en cada institución.

Saludos cordiales,

 

miércoles, 2 de enero de 2013

SOBRE PENSIONES, RÉGIMEN ECONÓMICO DE LOS DIPUTADOS Y DÉFICIT PÚBLICO (II)

1.- COMENTARIO GENERAL

Supongo que nadie que me conozca me puede tachar de tibio en la crítica a los políticos y a los partidos. Asimismo, los seguidores y lectores de este blog saben que mis críticas a la actuación de los políticos son frecuentes. Es desde esta posición crítica y exigente, y sin renunciar a ella, desde la que manifiesto mi opinión.
 
A todos nos llegan correos electrónicos absolutamente falaces sobre los políticos en los que se reclama la eliminación de este o aquel privilegio de los que supuestamente se benefician todos los políticos en el que se nos pide que procedamos a reenviarlo a nuestros amigos y conocidos; ante ello es necesario que no caigamos, por desconocimiento, ingenuidad o cabreo en la trampa de secundar de forma irreflexiva el solicitado reenvío. Hay que tener en cuenta, además, que en muchas ocasiones estas campañas están animadas por fuerzas extremadamente reaccionarias, cuyo objetivo final no queda nada claro, o sí. El último invento a este respecto que ha caído en mi correo electrónico es un decálogo reivindicativo en el que nos llaman a prepararnos para recoger firmas para que “Reduzcamos el déficit a través de los políticos” que comentaré en la próxima entrada.
 
Estas campañas, a mi modo de ver, no tratan de criticar a los políticos y la política que desarrollan y reivindicar una mayor participación ciudadana y un fortalecimiento, por tanto, de la democracia. En todo caso, el rechazo a este tipo de panfletos no significa que renunciemos, ni mucho menos, a cuestionar nuestro derecho, y nuestro deber, a reivindicar cambios y modificaciones para elevar y dar una mayor calidad democrática a la cosa pública en nuestro país. Faltaría más. Ahora bien, esta crítica, y las aportaciones que creamos necesario realizar para fortalecer la democracia, la deberíamos de sustentar sobre realidades concretas y no en falacias que, además, no se sabe quién las pone en marcha ni cuáles son sus objetivos.
 
Por supuesto, no se trata de ocultar lo canija que está nuestra democracia, ni la pobreza intelectual y moral de muchos de nuestros políticos que han conseguido que la población les considere el tercer problema que padece la sociedad española. Pero todo ello nos debe llevar, precisamente, a una mayor exigencia a todos nuestros políticos para que mantengan, y hagan mantener, comportamientos acordes con la tarea que les hemos encomendado. No seré yo, por supuesto, el que oculte la realidad de la clase política española. Es con la crítica enérgica, pero acertada, con lo que debemos de combatir esta situación y aumentar la calidad de nuestra democracia. En ningún caso con la manipulación, la demagogia, lo burdo y grosero de algunos de los correos electrónicos que circulan entre muchos de nosotros.
 
Es absolutamente cierto que el espíritu crítico es consustancial a la democracia y no sólo es recomendable, sino imprescindible ejercer este derecho. Con ello se fortalece la vida democrática. El denigrar, difamar, confundir… por el contrario, es cuestionar, no al político concreto, sino a la función del político, de la Política. En definitiva, cuestionar la democracia en sí. Ya hubo un personaje despreciable en nuestra historia reciente que decía: haz como yo, no te metas en política. Pues bien, ese creo yo que es el mensaje subliminal de muchos de estos correos que nos llegan y que divulgamos con toda nuestra buena fe. Cuidado no vayamos a estar creando un caldo de cultivo en el que muchos vean como solución a los salvapatrias.
 
Tenemos que tener en cuenta que no todos los ruidos son armoniosos, no todo lo que se mueve va en la misma dirección que nosotros hemos elegido. Es posible que aparentemente lo parezca, pero muchas veces es eso: solo apariencia. Si antes de reenviar muchos de los correos que nos llegan, nos fijáramos con un poco de detenimiento y reflexionáramos sobre lo que plantean, llegaríamos a ver, sin duda, el trasfondo perverso que los inspira. Por eso creo que debemos de fijarnos más, analizar y reflexionar sobre lo que nos llega para no aumentar la descalificación gratuita y divulgar falsedades que no fortalecen la democracia, sino que la debilitan.
 
Sin embargo, esta actitud reflexiva no debe impedirnos el criticar, y con dureza extrema, situaciones insostenibles en nuestro entramado político. Por ejemplo: 

  • Cómo no criticar a los partidos políticos que incumplen de forma reiterada con el programa electoral con el que se presentan, que es votado por los electores y exigir un referéndum en caso de tener que legislar sobre aspectos importantes que no figuraran en el programa electoral.
  • Cómo no criticar la manera que se pretende salir de la crisis haciendo recaer en las espaldas de las clases más desfavorecidas todo el peso con recortes que eliminan derechos sociales que han costado años de lucha para conseguirlos.
  • Cómo no criticar la corrupción política que existe en nuestro país y reivindicar la necesidad de que a los corruptos se les sancione con medidas mucho más severas que en la actualidad (aquí los electores tenemos una responsabilidad directa, pues, como sabemos, se da el caso  de que a los corruptos los volvemos a votar como si tal cosa).
  • Cómo no reivindicar una ley de transparencia que sirva para un mayor control de la actividad política y evite que se propague todo tipo de bulos sin que la ciudadanía tenga la posibilidad de contrastarlo de una forma eficaz y rápida. 
  • Cómo no exigir una ley de incompatibilidades que recoja la dedicación exclusiva y la incompatibilidad entre más de una asignación pública que impida, por otra parte, que algunos políticos coleccionen cargos públicos y privados que a veces llegan a 12 o 13. Sin ir más lejos, ayer mismo la prensa informaba que la Secretaria General del PP y Presidenta de Catilla La Mancha, María Dolores de Cospedal, había cobrado 158.388€ netos el año 2011 por sus distintos cargos: Secretaria General del PP (88.897€), Senado (31.775€) Presidencia Castilla La Mancha (36.082€) y trienios como abogada del Estado (1.634€). Esto es, desde cualquier punto de vista, absolutamente reprobable.
  • Cómo no reivindicar la reforma de la Ley Electoral para que podamos ser verdaderos electores y no meros ratificadores, que es lo que somos ahora, de lo que ya han elegido los partidos, es decir, una ley electoral que recoja listas abiertas y que la distribución de los escaños sea directamente proporcional a los votos obtenidos por cada candidatura.
  • Cómo no reivindicar una ley que desarrolle el artículo 6 de la Constitución que obligue a los partidos políticos a tener un funcionamiento interno verdaderamente democrático tal como consta en dicho artículo.
  • Como no…
Saludos cordiales,

 

martes, 1 de enero de 2013

SOBRE PENSIONES, RÉGIMEN ECONÓMICO DE LOS DIPUTADOS Y DÉFICIT PÚBLICO (I)

No es la primera vez que escribo en este blog sobre las cadenas de correos electrónicos que nos llegan solicitando cualquier cosa en el ámbito político y de lo irreflexivamente que los reenviamos. Pues bien, últimamente he recibido, en varias ocasiones además, un correo electrónico con un decálogo reivindicativo que nos hace un llamamiento a todos los españoles para que estemos preparados para estampar nuestra firma y poder presentar (se necesitan 500.000 firmas) una Iniciativa Legislativa Popular para "Reducir el déficit a través de los políticos". Y no, no se refiere a través de su actividad política, pues podría ser que se propusiera que legislaran para incrementar los ingresos del Estado a través, por ejemplo, de la lucha contra el fraude, subir impuestos a las grandes empresas, a las grandes fortunas, etc. No, se refieren a reducir el déficit a través de la reducción de los ingresos que obtienen los políticos por el hecho de ser Parlamentarios y a través de eliminar algunos de los gastos que conlleva el parlamentarismo (de los que se podrían considerar privilegios ya han desaparecido hace algún tiempo, por cierto). Así, tal cual. Es evidente que el iniciador de esta propuesta no tiene ni pajolera idea de a cuánto asciende el déficit, pues está claro que, aunque fuese cierto lo que expone en su decálogo reivindicativo, que no lo es, eso no sería más que una gota de lluvia en el océano del déficit público español. Entonces, ¿qué pretende exactamente?

Como considero necesario que los ciudadanos nos posicionemos firmemente respecto a la cosa pública, critiquemos a los políticos y su política, que nos rebelemos ante su ineficiencia, sus engaños, sus despilfarros..., pero todo ello con un conocimiento claro de la realidad y no sobre una situación imaginada o manipulada, que es lo que ocurre en muchos casos, he elaborado un análisis y valoración de lo que se plantea en ese decálogo reivindicativo que espero aclare algunos conceptos sobre lo que de una manera reiterada se echa mano para confundir a la ciudadanía, cuando no engañarla directamente.

Dado que el documento que he elaborado es algo extenso, lo publicaré en varias “entradas”. La estructura del documento es:

1 Comentario general
2 Comentario específico
3 Comentario sobre pensiones
4 Conclusiones
 
Así, en la primera entrada publicaré el contenido del punto 1, en la siguiente el correspondiente al punto 2 y el punto 3 y 4 lo haré en una tercera.
 
Cordiales saludos y feliz 2013.