DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Somos un grupo de jubiladas y jubilados unidos por un común afán de libertad, justicia social y democracia participativa. Nos oponemos firmemente a toda forma de exclusión o marginación, cualesquiera que sean sus motivaciones: origen, religión, género, raza, ideología, "status" social y económico, orientación sexual y, claro está, edad. Rechazamos toda forma de política autoritaria, ejercida al margen del control democrático popular y los políticos que, en nombre de la democracia y el bien común, prescinden del pueblo que dicen representar y favorecen intereses espúreos. Reivindicamos la igualdad de todos los seres humanos y el respeto incontestable a su dignidad y derechos. En tanto que ciudadanos, aspiramos al ejercicio efectivo de nuestros derechos políticos y muy particularmente al derecho de expresar libremente nuestro pensamiento sin cortapisas ni inhibiciones. El blog responde a esta aspiración y, consecuentes con esta declaración de principios, se encuentra abierto a cuantas personas deseen expresar sus opiniones en estas páginas. Esperamos vuestra colaboración.

jueves, 14 de febrero de 2013

LA VIDA EN EL UNIVERSO

Una vez más nuestro amigo Pedro Serrano nos remite un trabajo que ha elaborado en relación a la vida en el universo y la visión que de ella tiene la ciencia y la fe. Gracias, Pedro

             La realidad humana progresa y desfallece, es positiva y negativa; llega a altas cuotas de generosidad y cae el más estrepitoso lodazal del egoísmo. Cuando observamos a las organizaciones solidarias y humanistas, nos emocionan la gran generosidad de sus miembros; pero al mirar a las instituciones económicas y políticas, nos descorazonan con sus miserables mezquindades. Pero, ¿qué es el hombre? Observemos la evolución del cosmos hasta la aparición humana.

Teorías sobre el Universo

            Todavía hay teorías fundamentalistas y creacionistas, que pretenden dar como científicas literalmente la revelación Bíblica sobre Dios creador del Universo en seis días, cuando el mensaje bíblico es una cuestión de fe (no de ciencia), expresada simbólicamente según la cultura de la época, pero imposible de demostrar. Otras teorías desechables hablan de un Diseñador inteligente que pretende ser teoría científica por la que se afirma a Dios creador y protector del Universo, pero rechazando todo mecanismo natural de la materia. Sin embargo, modernamente ya se ha impuesto en el conocimiento científico, la teoría de la evolución a partir de un principio, el Big Bang,  tanto del Universo y la materia, como de la vida y la inteligencia.

            Ciencia y fe, son dos maneras de conocer diametralmente diferentes, pero complementarias. Desde la ciencia no se puede conocer a Dios; pero desde la fe, no se debe rechazar el conocimiento científico.

Creador o azar

            Ahora bien, en la teoría de la evolución, hay pensadores que se atreven a afirmar científicamente la inexistencia o la existencia de Dios; cuando desde la ciencia no se puede saber si el Universo es una cuestión de voluntad divina o una cadena de casualidades del azar. Dios no es ni observable, ni experimentable, ni comprensible por los sentidos o la inteligencia humana. Todo ello no es posible, pues Dios es un misterio presentido solamente por la fe en la revelación. La ciencia no puede decir nada sobre Dios, solamente descubrir la evolución, los componentes de la materia y de la vida, las leyes que rigen el universo o prever cual puede ser su destino. Dios siempre será una cuestión teológica, un asunto de fe.

Etapas de la evolución

            El Universo con la materia, espacio y tiempo, surgió hace 13.750 millones de años, de un átomo de fuerza primordial, infinitamente comprimido y caliente que explotó debido a una misteriosa fuerza expansiva. Las galaxias con sus estrellas y planetas aparecieron hará unos 13.400 millones de años debido a las concentraciones gravitatorias que calentaban el hidrógeno y el helio primordial, mientras proseguía la expansión-enfriamiento del cosmos. Las estrellas de la primera generación, de unas 50 a 500 veces mayor que nuestro astro, produjeron en su interior todos los elementos de la Tabla periódica.  Estas grandes estrellas,  al explotar en supernovas, desparramaron por el espacio todos esos elementos.

De una nebulosa de gas y polvo cósmico procedentes de las supernovas, hace unos 5.000 millones de años se fueron formando nuestro Sol como estrella de segunda generación junto con los planetas, satélites, asteroides y cometas que componen nuestro sistema solar.

El planeta Tierra fue evolucionando hasta hacer posible la vida hará unos 3.500 millones de años. La vida fue evolucionando gracias a la aparición del oxígeno, el agua y otros componentes, desde un diminuto organismo unicelular surgido en el mar, pasando por múltiples especies de plantas y animales, hasta la llega del ser humano.

En cuanto al futuro del Universo, caben dos posturas: que siga expandiéndose y enfriando debido a la energía oscura; o que las  fuerzas gravitatoria y oscura prevalezcan lo que llevaría al cosmos a una contracción total.

La persona

El homo sapiens, es decir nuestra especie humana apareció hace solamente de 150.000 a 200.000 años en el continente africano en la evolución de las distintas ramas de homínidos existentes hace millones de años: 6 Ardipithecus, 4 Australopithecus, 3 Paranthropus y 2,3 Homo. De la rama Homo proceden las especies principales llamadas Habilis, Erectus, Antecesor, Heidelbergensis, Neardenthalensis y Sapiens.

Las característica fundamentales del ser humano son su inteligencia, su andar erguido y su capacidad para la fe, la ciencia y la técnica. Desde África fue emigrando hacia Europa, Asia, Australia y América.

Hace unos 10.000 años, descubrió la agricultura, fue abandonando su nomadismo, se hizo sedentario y se formaron las primeras civilizaciones y religiones. Hace unos 250 años en Europa se impulsó la industrialización que ha desembocado en las llamadas civilizaciones del conocimiento durante los siglos XX-XXI, con su gigantesco desarrollo científico-técnico.

Contradicción humana

            El hombre es capaz de sublimes actos de generosidad hasta hacer posible la justicia y la paz; pero llega a grados de maldad escandalosa hasta provocar hambrunas y genocidios. De Jesucristo aprendimos que, nadie es tan solidario como aquel que da la vida por los humildes. Comprometámonos con las mayorías de los hijos de Dios empobrecidos, para que tengan una vida de calidad. Así se manifestará el reinado de Dios, invisible pero creíble.
 
Pedro Serrano.

lunes, 11 de febrero de 2013

¿A QUÉ ACONTECIMIENTOS SE REFIERE EL SR. RAJOY?

El otro día, en la rueda de prensa después de la Cumbre Europea sobre los presupuestos de la UE., le preguntaron a nuestro Presidente del Gobierno sobre el “caso Bárcenas”. Su repuesta fue la siguiente: “Todo lo que tenía que decir eh… eh…, es decir, eh… eh…, lo dije fundamentalmente en una intervención que… que pudieron ver todas aquellas personas que… que quisieron hacerlo. Pero no voy a estar dándole vueltas a ese asunto. Mire, yo me tengo que dedicar a intentar que esos acontecimientos no se vuelvan a repetir. Pero no… no… no voy a estar [o entrar] en esto porque si no, no acabamos nunca. Y le ruego que me entienda también”.

Pues no, Sr. Rajoy, lamento decirle que no se le entiende, al menos yo no le entiendo, y sin entrar a calificar el método utilizado para comparecer ante la ciudadanía, le diré que no es porque seamos unos tarugos, es porque si en la “intervención” ante el Comité Ejecutivo del PP a la que hace referencia en su respuesta dijo que todo lo que se decía en los medios de comunicación era falso y, en consecuencia, el PP se va a querellar contra “todos” los que sigan insistiendo en este asunto ¿a qué “acontecimientos” se refiere usted que se tiene que dedicar para que no se vuelvan a repetir? En todo caso, usted se podrá dedicar a que acontecimientos similares a los denunciados no se produzcan. ¡Por Dios, si todo es falso! No se puede repetir aquello que nunca existió, que nunca se produjo.

Lo que tiene que hacer el Sr. Rajoy es dar las órdenes oportunas en su partido para que todo se aclare de forma nítida y convincente para la ciudadanía y dedicarse a intentar resolver los problemas que nos acucian a todos, que es su obligación y responsabilidad. Y mejor aún, que vuelva a su Registro a ganar dinero (pobrecito él en la política gana poco) y que se olvide de nosotros.

En otro orden de cosas, sugiero la lectura del artículo de Joan B. Culla i Clará, publicado en El País con el título Adolf-Hitler-Stiftung, en el que manifiesta, entre otras cosas, que ningún otro país europeo permitiría una fundación como la Francisco Franco, dedicada a loar el legado del dictador. A través de su lectura podremos constatar que, en efecto, España sigue siendo diferente.

Por si esto fuera poco, la costatación de esta singularidad patria la podemos comprobar simplemente leyendo la prensa en estos días. Veremos que dos ministros, un británico, ministro de Energía, y otra alemana, ministra de Educación –amiga íntima de Angela Merkel- acaban de dimitir de su cargo. El primero por ocultar una multa de tráfico del año 2003, es decir, hace 10 años. Al parecer convenció a su mujer para que fuera ella la que corriera con los efectos de la multa: la reducción de puntos del carné de conducir. La dimisión de la ministra alemana viene motivada por un hecho más lejano todavía: la acusación de plagiar su tesis doctoral… hace 33 años; de lo que, por cierto, ella se declara inocente.

Comparando este comportamiento con el que nuestros políticos nos tienen acostumbrados, podemos estar tranquilos y seguir con el lema de España es diferente. Muy diferente, diría yo. Qué pena, ¿no? 

Saludos cordiales,


lunes, 4 de febrero de 2013

CORRUPCIÓN Y POLÍTICA


Siempre ha habido defensores de la honradez y honestidad de la mayoría de los políticos -entre los cuales modestamente me incluyo-. Así, a medida que va aumentando los casos de corrupción –y en los últimos días no paramos- van aumentando las voces que se hacen oír públicamente insistiendo en que no todos los políticos son iguales, que no todos son corruptos, que no es bueno generalizar, que hay que separar el trigo de la paja... Como muestra de lo que se está publicando estos días de forma abundante podemos ver los artículos Corrupción, no es cierto no todos son iguales (Manel García Biel. Nueva Tribuna. 27-01-2013); Los evidentes mecanismos de la corrupción (Soledad Gallego-Díaz. El País. 27-01-2013) y el magnífico Elogio y desprecio de la clase política (Daniel Innerarity. El País 28-01-2013).
 
Ahora bien, es absolutamente cierto que no todos los políticos son corruptos, pero la corrupción en nuestro país, sin embargo,  no es un hecho aislado; el nivel al que ha llegado es verdaderamente insoportable y la cantidad y calidad -es evidente que no es lo mismo que un concejal de un pequeño pueblo sea corrupto a que esa corrupción afecte a las máximas instancias del partido que sustenta al gobierno- cada vez son más elevadas. Ello nos debería de llevar a reflexionar a todos para ver lo que podemos aportar cada cual para resolver este problema. Es verdad que, de alguna manera, los electores tenemos responsabilidad en ello cuando introducimos nuestra papeleta en la urna “validando” el comportamiento de algunos políticos que se conoce sobradamente que son unos chorizos (Comunidad Valenciana con sus grotescos aeropuertos sin aviones, trajes, circuitos, despilfarros mil junto a sus comisiones y todo tipo de trapicheos o la Andalucía de los EREs, por poner solo dos ejemplos). Pero no cabe duda que la mayor responsabilidad recae en los partidos políticos.
 
Y los partidos políticos, unos y otros, han demostrado manifiestamente que son incapaces de atajar e impedir la corrupción dentro de sus filas (El esperpento de la Fundación Ideas es paradigmático). Es más, si nos atenemos al proyecto de la ley de transparencia elaborado tanto por los socialistas, en su día, como por los populares en la actualidad, vemos que en ambos los partidos políticos, además de otras instituciones, se quedan fuera de esa ley. Parece ser que ahora, después del caso Bárcenas, están dispuestos a ser transparentes –bueno, al menos a figurar en la ley de transparencia-. Pero no deja de ser sospechoso que los propios partidos, en un principio, pretendieran quedarse fuera del circuito de la transparencia y, por tanto, fuera del control ciudadano.
 
Es por lo que creo que ha llegado el momento de que los políticos que son honrados, que son honestos hagan una demostración fehaciente y que lo atestigüen exigiendo públicamente a sus partidos mayor claridad y transparencia en su comportamiento (la renuncia en estos días de algunos concejales del PP ha sido ejemplar y esa sería la senda a seguir por otros en lugar de bunkerizarse sin más). Deberían de ser ellos, los políticos honestos, los que se unieran al clamor popular y solicitaran a sus propios partidos, a sus cúpulas, una mayor transparencia, un comportamiento más diáfano, más nítido y, a ser posible, inmaculado.  Un clamor popular, según las encuestas, es la demanda de listas abiertas en los comicios que permitiría, por una parte, que los electores ejerciésemos de tales y no de meros ratificadores y, por otra, mayor libertad al candidato que no dependería en exclusividad de su partido para ser elegido, lo que significaría que debería de prestar mayor atención a sus electores y estar más al loro de sus opiniones y demandas. Pues bien, no estaría mal que esos políticos honrados y con vocación de servicio público se hicieran eco de esta reivindicación, por ejemplo, y expresaran en su partido y, sobre todo, públicamente su apoyo a esta demanda ciudadana que, está claro, no es del agrado de los partidos ya que no dependería de ellos en exclusividad la elección de los candidatos a ocupar el cargo. Un pequeño paso, un gesto no más, pero qué duda cabe que podría ser el comienzo de un cambio en la actividad política de este país y, más que nada, una posibilidad de romper la hostilidad que la ciudadanía muestra, y con razón, a nuestra clase política.  
 
Los ciudadanos estamos necesitados de algún gesto, por pequeño que sea, que nos indique que hay alguien que escucha al pueblo soberano y que se preocupa de él. En estos momentos la impresión que se tiene es que solo se escuchan entre ellos y se preguntan y responden solo entre ellos. Que sus energías, su tiempo y su sabiduría está al servicio de la necesidad de responder a los ataques y a los supuestos agravios de unos para con los otros. En definitiva, a disposición de las intrigas partidistas, pero no en la necesidad imperiosa de resolver los graves problemas por los que atravesamos. La desafección y hostilidad hacia los partidos hoy, mañana se puede convertir en una hostilidad hacia el propio sistema democrático. Es mucha la responsabilidad en estos momentos de los políticos. Es de esperar que sean conscientes de ello y actúen en consecuencia. Esperemos.
 
Saludos cordiales,
 
 

viernes, 1 de febrero de 2013

LA MAREA


Esta es la portada de una nueva revista que sale todos los meses y que se llama LA MAREA. No sé si ya la conocéis, pero para los que no tengan ni idea, decir que la revista, que tiene formato y tamaño de papel de periódico, la editan periodistas que estuvieron trabajando en el diario PÚBLICO, desaparecido hace ya algunos meses por problemas económicos. La novedad, y la gran virtud y el mérito de esta publicación, es que se ha hecho en plan de cooperativa. Es decir que son los socios de la misma, que a la vez pueden ser, y de hecho son, los lectores, los que dan su opinión sobre los contenidos y conforman la linea editorial, junto con el colectivo de periodistas que trabajan allí. Este es el segundo número que sacan, y la verdad es que merece la pena leerla, porque te puedes enterar de cosas que no salen o no pueden salir en la prensa convencional, ya que toda ella está sometida a los dictados de grupos de presión muy fuertes económicamente hablando, que en forma de contratos de publicidad con esos medios (que por otra parte es el principal sostén de la prensa escrita hoy día), los tienen sojuzgados.

Pues bien, esto no ocurre con LA MAREA, ya que no hay Consejo de Administración ni accionistas a los que deban rendir cuentas, lo que se traduce en una mejor información sobre asuntos que de verdad nos conciernen, que suelen ser aquellos que no interesan ni política ni económicamente sacarlos a la luz.

El artículo en este segundo número sobre la monarquía es un buen ejemplo, ya que, huyendo de las felicitaciones al uso por el cumpleaños del príncipe, ahonda en los entresijos de la sucesión que está por llegar.

¡Ah, se me olvidaba! Yo no tengo ningún interés económico en esta publicación. Sólo que me parece que este tipo de prensa es la que nos hace un poco menos ignorantes.

Ricardo Amor.