No sé qué me está pasando con este blog. Me tiene tonto. Estoy cometiendo faltas de ortografía por un tubo. Me estoy fijando más en la informática que en la gramática y eso no puede ser. Lo primero es lo primero.
A partir de ahora prometo no enviar nada sin haberlo repasado previamente. A ver si empezamos a hacer las cosas como es debido, o como Dios (con mayúscula) manda.
Creo que estoy escribiendo una entrada, y todo por seguir las instrucciones de Juan Molina, que me tiene hasta los cojones con las rutas estas del blog: que si tirate por aquí, que si pincha mi nombre, que si lleva el cursor para allá.
Se aprovecha de que soy un buen mandao y una persona obediente.
De todas formas no hay que arrugarse ante las nuevas tecnologías. Cuanto más sepamos y mejor las dominemos, más oportunidades de trabajo tendremos.
¿Es no es verdad?
Ricardo Amor
Lo de que Juan Manuel me tiene hasta los cojones con sus indicaciones acerca de este blogs es una forma desenfadada de expresarme, aunque lo mismo no muy afortunada. Disculpa Juan Manuel por algo que sólo pretendía ser un chascarrillo.
ResponderEliminarRicardo Amor
No te preocupes, Ricardo, así es como yo me lo he tomado. Es más, me lo he tomado, en este caso, como un halago, como un reconocimiento a mi interés porque este blog funcione y nos pueda servir para intercambiar opiniones. Saludos
ResponderEliminarHola,yo no estaba hasta los cojones porque no tengo y además porque me parece estupendo que El Moli haya apechugado con tirar del carro de estos bueyes. Siento haber estado desaparecida, pero es que lo estaba un poco por dentro: no tenía ganas de escribir nada de nada.
ResponderEliminarMe alegro sobre todo por saber de Ricardo, del que también me han dicho que fue a la última comida a la que yo no pude acercarme. Abrazos especialmente para él.