¿De verdad son conciudadanos míos esos figurantes con ínfulas que se hacen con la realidad y la falsifican, con la excusa de que están de campaña electoral? "Es triste decirlo: todo suena a engaño" Maruja Torres, El País, 13-10-2011
Es de destacar que en ninguna de estas citas se hace una referencia a políticos o a partidos determinados. Se dice que la política, así, de forma genérica, no se siente comprometida con lo dicho, que nadie piensa cumplir con lo expuesto en sus programas electorales.
Tengo la impresión, a pesar de la aparición del 15M, que en estos tiempos se tiene asumido que la política y los políticos no son de fiar y no debemos de creernos nada de lo que nos digan porque todo es una farsa. Hasta tal punto creo que es así que en ninguna de la citas se critica la situación, simplemente se constata la realidad: los políticos nos mienten.
De esta manera la Política se va desprestigiando cada vez más. Desprestigio sin duda ganado a pulso. Porque en efecto, se hacen programas electorales en los que figuran las propuestas y medidas que se aplicarán en caso de llegar al gobierno que luego, una vez llegados al poder, se olvidan y se ejecutan medidas, en el mejor de los casos, que nada tienen que ver con lo que figuraba en el programa electoral. En el peor, se aplican medidas absolutamente antagónicas con lo expresado en la campaña electoral.
Saludos
Los programas electorales cumplen a lo máximo un papel ornamental. No suponen ni remotamente un contrato social de los partidos políticos con sus afiliados y electores. Tampoco un compromiso ético. Ni siquiera una declaración de intenciones. Ya lo decía nuetro admirado Tierno Galván en tono humorístico: "los programas electorales están para no cumplirse". Así que estos son tan sólo una parte del protocolo democrático, un acto con el que sosegar las conciencias de propios y extraños y cumplir con un rito de la democracia. En cierto modo vienen a ser como las corbatas. No sirven para nada, pero en determinadas situaciones, pueden resultar convenientes.
ResponderEliminarPaco Santos