DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Somos un grupo de jubiladas y jubilados unidos por un común afán de libertad, justicia social y democracia participativa. Nos oponemos firmemente a toda forma de exclusión o marginación, cualesquiera que sean sus motivaciones: origen, religión, género, raza, ideología, "status" social y económico, orientación sexual y, claro está, edad. Rechazamos toda forma de política autoritaria, ejercida al margen del control democrático popular y los políticos que, en nombre de la democracia y el bien común, prescinden del pueblo que dicen representar y favorecen intereses espúreos. Reivindicamos la igualdad de todos los seres humanos y el respeto incontestable a su dignidad y derechos. En tanto que ciudadanos, aspiramos al ejercicio efectivo de nuestros derechos políticos y muy particularmente al derecho de expresar libremente nuestro pensamiento sin cortapisas ni inhibiciones. El blog responde a esta aspiración y, consecuentes con esta declaración de principios, se encuentra abierto a cuantas personas deseen expresar sus opiniones en estas páginas. Esperamos vuestra colaboración.

miércoles, 20 de marzo de 2013

LA MUJER

 “Y creó Dios a la persona a su imagen.
Mujer y varón los creó” (Gen 2,27)


                El ascenso imparable de la mujer hacia la plena igualdad con el varón junto al reconocimiento de su dignidad y derechos, es un proceso histórico irreversible que está liberando a la humanidad.

Conmemoración

El día 8 de marzo fue la fecha elegida para celebrar la dignidad, los derechos  y la igualdad de las mujeres. Al principio, es decir, en 1910 las mujeres socialistas reunidas en Copenhague, aprobaron celebrar cada 8 de marzo el Día internacional de la Mujer Trabajadora. Pero las Naciones Unidas en 1975 comenzaron a emplear el título del “Día Internacional de la Mujer”.

Jalones históricos

Según los datos recogidos de Internet (salvo error), el título no se precisó totalmente hasta 1977. Precisamente en 1909 en Estados Unidos, se declara el 28 de febrero Día de las Mujeres Socialistas por primera vez. En 1910, las socialistas optaron por el nombre de Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que se ratifica en la Conferencia Internacional de Mujeres  del 25 de marzo de 1911.

Sin embargo, las mujeres de Rusia en 1913, prefirieron llamar a la celebración anual Día Internacional de la Mujer, al último domingo de febrero. Las mujeres representantes de Alemania, Suiza y Rusia, conmemoraron por primera vez de manera oficial el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Pero en 1965, el Presídium de la URSS, al 8 de marzo lo declaró Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La ONU, aprobó en 1975 celebrar los 8 de marzo Día Internacional de la Mujer.

Por último, en 2011 las Naciones Unidas celebraron el centenario del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Al final, el nombre que ha prevalecido para celebrar cada 8 de marzo es: “Día Internacional de la Mujer”.

Antecedentes

                Claro que la emancipación de la mujer tiene unos antecedentes.  En el siglo IV-V de nuestra era fue asesinada la matemática y astrónoma llamada Hipatía. En el siglo XIX los movimientos sufragistas se movilizaron por el derecho al voto de las mujeres; asimismo los primeros grupos feministas del Movimiento Obrero cobran fuerza  entre los anarquistas. No hay que olvidar la participación extraordinaria de las mujeres en la Revolución Francesa.

Significado

                La sociedad capitalista está dividida en dos clases opuestas: clase dominante y clase trabajadora. Aunque existe una clase media, ésta es subalterna en tiempos de bonanza y proletarizada en tiempos de escasez, según los intereses del poder económico.

                Bajo el sistema patriarcal, tanto en la antigüedad como el Medievo, la mujer era prácticamente marginada de la vida social. Pero en el capitalismo, aun las luchas feministas y los avances conseguidos en cuanto a su emancipación, sigue discriminada  económica, política, cultural, social, familiar y religiosamente.

                Hay mujeres ricas y pobres. Aunque celebramos todos los años el día Internacional de la Mujer, es evidente que la mirada de mujeres y varones comprometidas/os por la dignidad e igualdad de las personas femeninas, hay que ponerla sobre la mujer trabajadora, pues ella forma parte de la clase oprimida. La mujer humilde es explotada: por trabajadora, por pobre y por mujer. Hay una mayor explotación a las mujeres pertenecientes a naciones, etnias y culturas marginales en el mercado mundial de la globalización neoliberal.

                La emancipación de la mujer no avanza equitativamente. Pues en el mundo desarrollado la mujer está más reconocida como persona que en  el mundo subdesarrollado, como Honduras. Es en la actividad productiva, donde la empresa capitalista humilla prioritariamente más a la mujer trabajadora que al varón trabajador. A partir de la lucha por la emancipación como persona y el reconocimiento de sus derechos fundamentales y laborales en la empresa, es como se logrará una sociedad de iguales en lo político, lo económico, lo cultural y  lo social.

Problemática actual

                La crisis mundial (económica, financiera y ética), es la pantalla usada por las élites financieras y transnacionales para mayor acumulación de poder y capital. Para ello, se están dando una o varias vueltas de tuerca a la explotación de la clase asalariada, donde la mujer trabajadora está llevando la peor parte, tanto en salarios y jornadas, como en derechos laborales y seguridad en el empleo.

En el mundo hasta el 50% de las agresiones sexuales se cometen contra niñas menores de 16 años. 603 millones de mujeres viven en países donde la violencia doméstica no se considera un delito. El 70% de las mujeres de todo el mundo aseguran haber sufrido una experiencia física o sexual violenta en algún momento de su vida. Se podrían añadir innumerables delitos más que se están cometiendo contra la mujer: bodas forzadas, extirpación del clítoris, feminicidio, esclavas del sexo, represión a las mujeres militantes e inseguridad sanitaria y educacional.

Perspectivas

                Las luchas de los varones unidos a las reivindicaciones de las mujeres, es una luz de esperanza para construir un mundo mejor.
 
Pedro Serrano García.

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