DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Somos un grupo de jubiladas y jubilados unidos por un común afán de libertad, justicia social y democracia participativa. Nos oponemos firmemente a toda forma de exclusión o marginación, cualesquiera que sean sus motivaciones: origen, religión, género, raza, ideología, "status" social y económico, orientación sexual y, claro está, edad. Rechazamos toda forma de política autoritaria, ejercida al margen del control democrático popular y los políticos que, en nombre de la democracia y el bien común, prescinden del pueblo que dicen representar y favorecen intereses espúreos. Reivindicamos la igualdad de todos los seres humanos y el respeto incontestable a su dignidad y derechos. En tanto que ciudadanos, aspiramos al ejercicio efectivo de nuestros derechos políticos y muy particularmente al derecho de expresar libremente nuestro pensamiento sin cortapisas ni inhibiciones. El blog responde a esta aspiración y, consecuentes con esta declaración de principios, se encuentra abierto a cuantas personas deseen expresar sus opiniones en estas páginas. Esperamos vuestra colaboración.

martes, 21 de febrero de 2012

¿Volvemos a los tiempos del miedo?

Este es el título de la tribuna que Santiago Carrillo publicó ayer en El País. Es una reflexión muy lúcida que creo merece la pena leerse pincha aquí.

Pero en fin,

Cuando se aprueba por decreto una reforma laboral como la aprobada recientemente por el gobierno.

Cuando la patronal pide eliminar del paro al que rechace una oferta de empleo, aunque ésta sea en Laponia.

Cuando la corrupción campa a sus anchas por el suelo patrio y afecta incluso a las más altas instancias del Estado.

Cuando se acosa a los ciudadanos pacíficos como los indignados de la Puerta del Sol

Cuando se arremete contra los menos favorecidos: eliminación de casas para mujeres maltratadas, residencias infantiles de acogida que se cierran o son acogotadas mediante presupuestos indignos, etc.

Cuando organizaciones de la extrema derecha tienen la capacidad de sentar a jueces en el banquillo y son ayudados por el juez instructor de las causas en la redacción de sus demandas (Ver la viñeta de hoy de El Roto en El País).

Cuando los estudiantes que se manifiestan en defensa de la enseñanza pública son denominados por la policiía como "el enemigo" y como a tal se les trata.

Cuando casualmente se inhabilita definitivamente al juez Garzón el 23F.

Cuando la Real Academia de la Historia define a Franco y sus secuaces como gente normal y corriente, cuando no de valientes y militares inteligentes.

Cuando los poderes del Estado pretenden intimidar y poner mordaza a los ciudadanos que osan criticar sus decisiones pretextando que esas críticas socavan la democracia y no reparando que son sus sentencias y decisiones precisamente las que la llevan directamente al vertedero.

Cuando…

Significa que no podemos ver cada uno de estos hechos aislados unos de otros, pues son fiel reflejo de una forma de pensar y de actuar que va tomando cuerpo día a día. Y  no nos engañemos, esto, por desgracia, no es algo que haya surgido con la llegada al poder del PP, se ha acentuado, sin duda, pero no es creación suya. En mi opinión, en la viñeta de El Roto podemos vislumbrar los motivos. 

La situación sin duda es preocupante y no sé si será volver a los tiempos del miedo, don Santiago, pero es evidente que son malos, muy malos tiempos para la democracia.

Saludos cordiales.

1 comentario:

  1. He leído el artículo de Carrillo. Sorprende tanta lúcidez y coraje en un nonagenario. Tus comentarios al respecto me parecen oportunos e igualmente esclarecedores. La suma de hechos, decisiones y declaraciones que se están sucediendo nos colocan ante una realidad que, por su dureza, nos resistimos a admitir. Esta reacción sólo puede calificarse de miedo. No, no vuelve el miedo. Está entre nosotros desde hace tiempo. Sólo el miedo y la obnubilación que se deriva de él pueden explicar la falta de reacción de la mayoría de ciudadanos españoles ante los abusos de poder que, desde hace años, venimos sufriendo, y sólo el miedo de los votantes, trabajadores en su mayoría, ha podido otorgar, en las pasadas elecciones legisltivas, tan enorme poder político. Lo que sí se gesta desde hace tiempo mediante la extensión del miedo y volverá iremediablemente, si no lo impedimos"cargados de valor", es una nueva forma de fascismo.

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